Descripción
Era la cotilla pesada. Shelly no se hacía ilusiones y sabía que sus nuevos colegas de LBM la percibían así. Pero quería cambiarlo. Después de todo, ella era mucho más que eso. Se lo demostraría a las chicas y también al portero de su club favorito, que la había impresionado más de lo que quería admitir...
Nueva semana, nueva suerte. No iba a dejar que las cosas la deprimieran tan fácilmente. Shelly entró sonriente en las oficinas de LMB Marketing. Llevaba casi nueve meses trabajando en la recepción de la agencia de publicidad y unas semanas como asistente personal de una de las redactoras jefe. Mirjam, que antes ocupaba ese puesto, estaba ahora tan ocupada con su segunda actividad como modelo publicitaria que sólo acudía a la oficina unas pocas horas a la semana. Era la oportunidad de Shelly de asumir por fin más responsabilidades y demostrar que podía hacer algo más que sentarse en recepción y contestar al correo. Por desgracia, sus nuevos compañeros no se lo pusieron nada fácil. Ni Sabine ni Lisa hablaban con ella de sus citas ni coordinaban los proyectos con ella. ¿Cómo iba a trabajar eficazmente y ser de ayuda? Eso le molestaba mucho. Al fin y al cabo, su trabajo consistía en apoyarlas y ayudarlas a comunicarse con los clientes. Ahora tenía la impresión de que no la querían en su equipo. Pero no se iba a quedar de brazos cruzados. Era perfectamente capaz de llevar la tienda tan bien como Mirjam y se lo demostraría, sería divertido.
