Descripción
Las consideraciones relativas a nuestra supervivencia espiritual y mental constituyen el núcleo de la obra. Explica cómo se puede alcanzar cierto grado de serenidad cuestionando específicamente las afirmaciones religiosas, gracias a lo cual nuestra experiencia final -nuestra muerte- puede esperarse sin prejuicios ni ansiedad.
También muestra cómo problemas de todo tipo pueden resolverse con éxito gracias al pensamiento global (integral) y la acción local.
Inspirado por las preguntas de un amigo de la infancia moribundo y la muerte de su propia esposa Priska, Max Vetter, que ahora tiene 84 años, se vio obligado a organizar y estructurar sus propios pensamientos, y finalmente los puso por escrito.
Comentario de la 1ª edición:
"El autor debe la comprensión de que primero hay que pensar y sólo después creer a su intensa preocupación por el sufrimiento relacionado con el cáncer y la muerte de su esposa, que vivió en primera persona. Un libro magnífico de un autor de gran talento, muy inteligente y dotado lingüísticamente". (M. Enderle, editor)